Cocine frutas y verduras preferentemente con cáscara y en trozos grandes.
Cocine los alimentos sin sal, agréguela al finalizar la cocción y en cantidades moderadas; puede condimentar las preparaciones con hierbas aromáticas como perejil, estragón, tomillo, laurel, pimienta o ajo para realzar el sabor de sus comidas.
Evite consumir infusiones inmediatamente después de comer. Espere por lo menos una hora.
Consuma poca sal y elimine aquellos alimentos muy salados como quesos picantes o sopas envasadas.
Elija pollo sin piel, pescado o pavo, y busque cortes magros de carnes rojas.
Consuma mínimo dos raciones de frutas y tres de verduras al día, para obtener la cantidad adecuada de fibra, vitaminas y minerales.
Prefiera cereales integrales y pan integral para mayor consumo de fibra y saciedad, como así también aumente el consumo de legumbres como lentejas, porotos, garbanzos, habas y soja, que además son buena fuente de proteínas vegetales.
Evite salsas aceitosas y ricas en grasas para acompañar sus platos.
Beba al menos 2 litros de líquidos diarios, preferentemente agua.
En momentos de ansiedad, reemplace una comida por otra actividad.
Su alimentación debe ser variada. No olvide ningún grupo de alimentos.
No abuse de la cantidad de alimentos hipercalóricos e insanos.
Use aceite de oliva en las comidas. Una cucharada al día ayuda a mantenerse sano por sus ácidos grasos monoinsaturados.
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